12 setiembre, 2008

UN CAMBIO DE ACTITUD PAR LA GESTION DE RIESGOS DE DESASTRES

Antonio Brack, científico peruano natural de Oxapampa, premio nacional del medio ambiente en 1996, dos veces premio al mérito forestal y actual ministro de medio ambiente nos explica de una forma muy clara y didáctica los problemas por los cuales los cambios climáticos, se convierten en desastres de origen natural, estos se diferencian de los primeros debido a que comprometen vidas humanas e infraestructura. Junto a diversos especialistas de la categoría de Julio Kuroiwa, Ronald Woodman, Luis Palomino, Antonio Brack habla acerca de las problemas que estos generan; causando innumerables perdidas y económicas y humanas, perdidas que podrían invertirse en generar más apoyo para el desarrollo de las regiones, pero que sin embargo se invierten en asistencia y ayuda social que imposibilita al país crecer y salir adelante orientando estos recursos a impulsar el desarrollo del país. En este contexto encontramos dos responsables por un lado la naturaleza que debe estos fenómenos al equilibrio mismo que busca alcanzar con sus procesos climatológicos, y por otro la negligencia del hombre que al no tomar en cuenta las consecuencias que sus acciones genera, como por ejemplo viviendas cerca de los ríos, tala indiscriminada de árboles que rompen con el equilibrio natural y el efecto esponja del suelo, causando el lavado de los suelos generando que estos se conviertan en desastres de origen natural.


Ante ello se puede concluir que hay que asimilar la situación y tomar ejemplos de las buenas prácticas como el de la región Piura, el cual ha mostrado ya un avance en la gestión de riesgos y desastres, un enfoque que parte por un cambio de actitud, de una perspectiva de tomar medidas para mitigar riesgos a una actitud de prevenir situaciones, actividades como la reforestación y el manejo del agua son importantes y nos dan una perspectiva que pequeñas iniciativas pueden generar grandes cambios; por otro lado debemos tener perspectivas que solo un visión a largo plazo hará posible y sostenible estas actividades, solo así lograremos que la inversión hecha en este aspecto se vea multiplicada y sea posible el desarrollo sostenible del país, tenemos la dicha que nuestro país posea una excelente diversidad en flora y fauna existente y una riqueza en su territorio, por ello la visión del país debe estar enfocada en las oportunidades del futuro, por ejemplo sembrar árboles puede ser un negocio muy rentable, plantar un árbol hoy cuesta un sol pero de aquí a unos años puede valer hasta 200 dólares en madera sin trabajar, pero si solo seguimos con una visión extractiva de nuestros recursos nos le daremos un futuro a nuestras próximas generaciones, entendámoslo entonces como nuestra responsabilidad; responsabilidad con el futuro, como próximos líderes del país que tomarán esas importantes decisiones.

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